TESTIMONIOS
Cecilia Escobar
Diagnóstico: cáncer de estómago. Luego de un trabajo de reconocimiento y aceptación enmarcado por los cambios, Cecilia logró conectar con su salud y bienestar.
Luz Martínez
Una mujer con grandes miedos y enormes cargas familiares, pero con una fuerza enorme para transformar su vida. Reconociendo y liberando sus heridas más profundas logró conectar con el amor y la abundancia.
Javier Benavidez
Diagnóstico: hipotiroidismo. Un hombre comprometido con mejorar su vida y sus relaciones. Logró conectar con su salud y bienestar al tener sus niveles de TSH normales.

Karen Garzón
Lili me ha enseñado muchas cosas, en especial, a manejar mis sentimientos, mi manera de pensar y de ver las cosas. Tuve varias sesiones y les contaré dos de las más importantes.
Tenía un dolor de rodilla que no me dejaba caminar bien y pensé que no se me iba a pasar, pero después de hacer mi hora de yoga con Lili pude pararme y correr. Corrí mucho, ni mis papás creían que se me había pasado, pero fue así. El dolor se fue porque encontramos el punto y la razón del dolor.
Lo otro es que siempre me habían dicho que sufro de rinitis, que no se me iba a quitar con nada. Durante la cuarentena tuve mucha alergia, un día hablé con Lili y me hizo pensar y saber cuál era el punto de mi alergia. Hice una respiración que ella me enseñó y con solo descansar se me pasó, ella me ayudó a que todo pasara con tan solo hablar y saber qué era realmente mi «rinitis».
Ella es una persona increíble. Y es increíble cómo puedes sanar cualquier cosa que pasa en tu cuerpo con tan solo saber qué es lo que está pasando en tu vida porque todo pasa por algo, todo lo controla la mente. Si con ayuda de Lili le dices a la mente que no tienes nada y que todo está perfecto con tus células, todo pasará.

Ángela Cuevas
Diagnóstico: quiste en el centro de su pecho. Tenía una cicatriz visible producto del tratamiento, se conectó con su salud y bienestar escuchando a su cuerpo.

Carolina Garcés
Tengo dos hijos y me divorcié hace 3 años. Creía que todo mi pasado estaba atrás, me sentía una soltera empoderada y arrolladora.
Esa era una proyección que yo daba a la gente que estaba a mi alrededor, pero descubrí que era una máscara porque no me sentía como me veían, es decir, no había coherencia en mi vida y empecé a sentir insatisfacción y aburrimiento crónico.
La vida me unió a Liliana y empecé a escucharla. Algo de todo lo que hablábamos retumbaba y una pequeña, pero contundente voz en mi interior, me decía: «Ella puede ayudarte», pero otra voz me decía: «¡Nooo! Nooo y nooo, no tenemos plata, no tenemos tiempo».
Mi resistencia a hacer terapia fue inmensa. Después de posponerlo me dispuse a hacerlo y me dije a mí misma: no puede ser que haya dinero para atender las necesidades de todos, menos las mías. La contacté e inicié las terapias, con dudas, pero me arriesgué.
Y así entré en una linda terapia que me mostró monstruos emocionales que tenía escondidos, creencias y hábitos que me mantenían casada mentalmente, aunque había firmado divorcio años atrás.
Liliana me ayudó a despertar. Y una vez despierta, la invitación de la terapia era cambiar, otro trabajo difícil, pero gratificante cuando veo que es para mi mayor bien.
Hoy soy una mujer libre, ya no tengo las ataduras mentales que no me permitían vivir mi realidad ni sentirme tranquila, real y honesta conmigo.
Mi vida no es perfecta, tengo altibajos, pero hoy ya sé que cuando me doy amor los resultados son maravillosos. Sigo en mi camino, pero agradezco mucho haber encontrado la oportunidad de hacer terapia. Palabras más, palabras menos, esta terapia ME LIBERÓ.

Leidi Núñez
Soy mamá de dos hijos y esposa. Debido a una serie de incidentes emocionales y una sensación de infelicidad y amargura me vi en la necesidad de buscar ayuda de expertos.
En este camino encontré por regalo del destino, de Dios, de la vida, a una mujer maravillosa, llena de fuerza, amor y decisión que me ha guiado en el proceso con sus amplios conocimientos.
Me ha enseñado a amarme, y desde el amor propio, empecé a transformar mi vida, mis emociones y mi entorno. Esta profesional, mujer, amiga y guía es Liliana Garzón, a quien le estoy y le estaré agradecida por todo lo que me ha enseñado y ser parte importante de mi transformación.
Aunque sé que aún me falta mucho y que el trabajo se hace día a día, también sé que Liliana me ayudará a encontrar eso que tanto anhelo y no quiero soltar: ¡la felicidad!
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