Creo que, si supiéramos lo que implican las expectativas en nosotros, a este tema le pondríamos más atención y no nos enteraríamos de que existen ya cuando estamos sufriendo por ellas.
Las expectativas son ideas, deseos, anhelos que se ponen en todas las personas con las que nos relacionemos, empezamos a pensar que tal persona “debe”, hacer, pensar, tener, vivir, actuar, responder…etc. De tal forma o tal otra y cuando no cumplen ¡Oh! Llega el dolor, se le abre la puerta a la famosa DECEPCIÓN, ese sentimiento tan “maluco” una combinación entre tristeza, rabia, melancolía, impotencia, por solo nombrar algunas emociones no tan chéveres que nos asaltan. Está decepción nos pone en un rol de jueces, de verdugos, de las pobres personas que nos rodean y que no tienen ni idea que tenemos tantas expectativas en ellas y lo más importante que pensamos que uno de los propósitos en su vida es cumplirlas.
No,no,no así como nosotros no tenemos porqué vivir en función de cumplir expectativas ajenas, sean de quien sean (padres, hijos, pareja, familiares, amigos), pues ¡sorpresa! ellos, es decir las personas que nos rodean no tienen por qué cumplir nuestros deseos, nuestros deberían, nuestros anhelos, aunque estén coloreados con toda la mejor intención. ¡NADA QUE HACER!, si analizan hoy en quien están poniendo sus expectativas y se liberan, les garantizo que tendrán una vida feliz y en paz, pues ese sentimiento de decepción está basado en una completa mentira, pues nadie les pidió poner sus expectativas en nadie.
Así pues, ¡Mis Queridas! Si quieren ahorrase ese momento tan incómodo y doloroso de la decepción, hoy los invito a que liberen y se liberen de sus expectativas y más bien se enfoquen en sí mismos y en la hermosa tarea de hacerse felices. Te envío un abrazo lleno de luz y amor 🌟💓